Sunday, August 01, 2010

Hospital Guevara Una luz en la penumbra


En 1959 existían en Cuba 118 oftalmólogos, de los cuales 37 permanecieron en el país y el resto emigró hacia los Estados Unidos, en contraste con lo cual Las Tunas cuenta ahora con 64 especialistas en esa disciplina.

La introducción de tecnología de avanzada, incluido el Excímer Láser para la cirugía refractiva y de otros aparatos que elevan la precisión en el diagnóstico de distintas afecciones, concede a la atención oftalmológica en Cuba un nivel similar al de los países más desarrollados.

Al cierre 30 de junio se habían realizado en el Centro de Oftalmología del “Guevara” dos mil 317 intervenciones quirúrgicas, incluidas 948 de catarata

Por Alexis Pérez Sánchez

oftalmologiaLa oftalmología en Cuba es considerada una de las mejores del mundo y ello se debe a que en los últimos años esa especialidad ha experimentado un vertiginoso desarrollo científico y tecnológico y definido un perfil marcadamente social, orientado a la solución de los problemas relacionados con la visión, dentro del territorio nacional y allende los mares.

Todo eso ha estado respaldado por la creación de nuevos centros y la introducción de tecnología de punta, lo cual ha hecho posible la cirugía refractiva con Excímer Láser, entre otros equipos que elevan la precisión en el diagnóstico de distintas afecciones oculares.

Las Tunas no se ha quedado atrás y cuenta en su Centro de Oftalmología del hospital general docente Doctor Ernesto Guevara de la Serna, con cinco salones (ahora funcionan tres, dos no lo hacen por climatización) y seis posiciones quirúrgicas, y con la más alta tecnología, lo que permite atender a pacientes de todos los municipios.

La doctora María Cristina Cisneros Vázquez, directora del referido servicio, explica:
“Tenemos el privilegio de contar con médicos que realizan diagnósticos y tratamientos certeros, sin que el paciente ambulatorio u hospitalizado y sus familiares tengan que desembolsar un solo centavo, esa es una de nuestras principales fortalezas, aun cuando afrontamos carencias materiales, que de cierto modo, afectan el trabajo en sentido general.

“Nuestro colectivo está integrado por 32 especialistas, tres de los cuales se encuentran en entrenamiento; 20 enfermeras y enfermeros, 42 técnicos en optometría y óptica y 35 de otros servicios. Del total, 17 cumplen misión internacionalista. Aun así, al cerrar el mes de junio se habían realizado dos mil 317 intervenciones quirúrgicas de catarata, glaucoma, córnea, cirugía refractiva, oculoplastia y retina previamente diagnosticadas, es decir, mil 658 más que en igual período del año precedente.

“Otros logros de la etapa enero-junio incluyen la apertura de la consulta de neuroftalmología y la puesta en práctica de la técnica de la facoemulsificación en la cirugía de catarata, además de iniciarse las operaciones pediátricas en niños afectados de la visión.”

oftalmologiaLa facoemulsificación -aclara el doctor Jorge Pérez Martínez-, es una técnica quirúrgica muy utilizada en la actualidad para la operación de catarata. Su aparición se remonta a los inicios de la década del 90 y se realiza con una sonda ultrasónica equipada con una aguja hueca de titanio de 0,9 mm de diámetro, la cual vibra longitudinalmente de atrás hacia adelante entre 30 mil y 60 mil veces por segundo (30 a 60 KHz), actuando como un cincel o escoplo sobre la catarata, fragmentándola en partículas (facoemulsificación) que son aspiradas al mismo tiempo a través del conducto de la sonda de ultrasonidos.

Luego de la facoemulsificación -explica- se introduce una lente (bien con pinzas o con inyectores especiales que no requieren ampliar la incisión realizada) que se despliega dentro del “saco capsular” (lente intraocular plegable) y se finaliza la cirugía sin necesidad de suturas.

Como información adicional conocimos que la técnica de la facoemulsificación no es dolorosa ni durante, ni después de la operación. De hecho esta cirugía puede realizarse con anestesia tópica (gotas) sin necesidad de inyecciones.
Otras ventajas de este método están relacionadas con una rápida rehabilitación visual, pronta reanudación de las actividades cotidianas, menor inflamación ocular y menor astigmatismo post-operatorio.

¿RIESGOS?

La facoemulsificación es una de las técnicas quirúrgicas más seguras y precisas de la oftalmología moderna -afirma el doctor Jorge Pérez Martínez-, pero como en cualquier cirugía siempre existen riesgos, aunque estos son mínimos.

¿Y EL USO DE LENTES?

La mejoría visual sin lentes en los pacientes operados de catarata es muy notable, y la mayoría puede realizar sus actividades normales de visión lejana sin necesidad de anteojos -acota el Galeno-, pero para leer tendrán que utilizar lente y posiblemente alguna graduación baja para ver detalles a lo lejos.

¿Y LA LUZ…?

El camino se inicia en las áreas de salud cubiertas por especialistas en Oftalmología, quienes valoran al paciente y de ser necesario, lo remiten al Centro de Oftalmología del “Guevara”; allí se estudian y diagnostican y se actúa según sea la conducta a seguir, aclara la doctora María Cristina.

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