Tuesday, July 27, 2010

Continuaremos el estudio, el análisis y la toma de decisiones que conduzcan a superar nuestras insuficiencias


Discurso del compañero José Ramón Machado Ventura, primer vicepresidente de los Consejos de Estado y de Ministros, en el acto por el 26 de Julio de 2010



Juventud Rebelde
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26 de Julio del 2010

Compañero General de Ejército Raúl Castro Ruz, Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros.

Compañeros Rafael Ramírez y Ricardo Menéndez, Vicepresidentes de la República Bolivariana de Venezuela y demás Ministros y miembros de la delegación de esa nación hermana que nos honra hoy con su presencia en este acto.

Compañeras y compañeros de la Dirección del Partido, del Estado y el Gobierno, de la Unión de Jóvenes Comunistas y las organizaciones de masas, de la Asociación de Combatientes de la Revolución Cubana, las gloriosas Fuerzas Armadas Revolucionarias y el Ministerio del Interior.

Asaltantes y familiares de los mártires de los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes y de nuestros Cinco Héroes, injustamente condenados y detenidos en las cárceles del imperio yanqui.

Caravanistas de Pastores por la Paz orientados y dirigidos por el reverendo Lucius Walker que durante veintiún años han enfrentado y vulnerado el bloqueo contra nuestra Patria y una vez más dan, con su asistencia a este acto, muestra de su amor por la Revolución Cubana.

Compatriotas:

Como fue informado, la Dirección de nuestro Partido decidió dedicar este 26 de Julio al Libertador Simón Bolívar, en el 227 aniversario de su natalicio, y también al Bicentenario de las luchas independentistas de los pueblos de Nuestra América.

El compañero Hugo Chávez había previsto estar aquí junto al pueblo de Cuba y hablar en este acto. No ha podido ser, pero sabemos que él comanda hoy al heroico pueblo venezolano que se apresta a responder, como denunció en la tarde de ayer, a las amenazas del imperio contra la seguridad nacional y la soberanía de Venezuela y contra su propia vida.

Reiteramos, una vez más, nuestra inquebrantable solidaridad con Venezuela y la condena al despliegue de bases militares norteamericanas en Colombia, que pone en peligro la paz en la región.

Ante las amenazas y provocaciones, Venezuela tiene todo el derecho a defenderse y contará siempre con el firme respaldo de todos los cubanos.

Presente en esta tribuna, en representación del presidente Chávez y del pueblo venezolano, se encuentra la delegación de ese hermano país a la Primera Cumbre Cuba-Venezuela, integrada por los dos Vicepresidentes ya mencionados, seis Ministros y otros compañeros.

Esta Cumbre tiene como principal objetivo avanzar hacia un nivel más alto de nuestros vínculos, consolidar la unión económica entre Venezuela y Cuba, chequear la ejecución de los proyectos acordados e iniciar otros, en beneficio del bienestar de ambos pueblos.

Nos inspiran las ideas, aún por realizarse, de una gran nación de Repúblicas, de Bolívar y de Nuestra América, de José Martí.

Nuestro Héroe Nacional, inspirador de la generación que hace exactamente 57 años asaltó los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes, sintió una profunda admiración por Simón Bolívar. Todos conocemos el célebre pasaje de «La Edad de Oro» en que narra con singular devoción cómo, sin quitarse el polvo del camino, rindió tributo emocionado ante la estatua ecuestre del Libertador en Caracas.

Con su verbo elocuente, dedicó a Bolívar medulares escritos y apasionados discursos. En uno de éstos, Martí hacía énfasis al decir: «…porque lo que él no dejó hecho, sin hacer está hasta hoy, porque Bolívar tiene que hacer en América todavía!».

Nunca como hoy, aquellas proféticas palabras del Apóstol de Cuba tienen tanta vigencia. Ellas marcan el camino de la unidad, por el que ya avanzamos decididamente en la Alianza Bolivariana de los Pueblos de Nuestra América.

Cuando en toda América Latina se conmemora el Bicentenario del inicio de las luchas por la independencia, cada vez con más fuerza los pueblos se levantan para llevar a término la obra inconclusa, y hacer realidad las aspiraciones de libertad y justicia por las que lucharon Bolívar y tantos otros héroes eternos.

El Comandante en Jefe rindió este sábado, en el Mausoleo de Artemisa, homenaje a los mártires del 26 de julio y a la lucha sin tregua de nuestro pueblo por su independencia. Reiteró en su mensaje a los combatientes revolucionarios de Artemisa y de toda Cuba, que su pensamiento revolucionario partió de la idea martiana de que «Patria es Humanidad» y que nuestra lucha constituye una prueba de lo que puede lograr un pequeño país frente al gigantesco poder del imperio.

Fidel, cuya visible recuperación es motivo de profunda alegría para los revolucionarios cubanos y para los hombres y mujeres progresistas más allá de nuestras fronteras, está presente y combatiendo en este día que tanto significa para él y para todos nosotros.

El propio Fidel ha plasmado reiteradamente su admiración infinita por Bolívar. En el libro «Un grano de maíz», el líder de la Revolución Cubana apuntó: «Yo he leído mucho sobre Bolívar y no me canso nunca de leer sobre Bolívar, sobre cada uno de sus minutos, cada una de sus tragedias, cada uno de sus éxitos. Tengo una simpatía extraordinaria por Bolívar como no la tengo, digamos, por ningún otro personaje de la historia…».

Eso fue dicho precisamente en 1992, el año en que Chávez encabezó al pueblo venezolano en el alzamiento del 4 de Febrero; valiente y patriótica acción lanzada para hacer revivir, dar continuidad y llevar a la práctica los sueños del Libertador.

Como el asalto al Moncada abrió el camino a la etapa definitiva de la Revolución Cubana, la sublevación de los militares patriotas comandada por Chávez, fue precursora de la pujante e invencible Revolución Bolivariana.

Son los mismos sueños que inspiraron al Che y a sus heroicos compañeros de la gesta internacionalista en Bolivia, cuyos restos son custodiados celosamente por los hijos de esta aguerrida tierra villaclareña, que vio combatir al Guerrillero Heroico y acompañarán siempre a nuestro pueblo, como glorioso Destacamento de Refuerzo, en las luchas de hoy y de mañana. Che estaría orgulloso de este acto de reafirmación patriótica y latinoamericanista, de cuya causa fue un paladín.

Queridos compatriotas:

En el afán por obtener la sede del acto central por el Día de la Rebeldía Nacional, tienen un mérito particular las provincias que resultaron ganadoras: Ciego de Ávila, Granma y Ciudad de La Habana, que obtuvieron la condición de Destacadas, y Villa Clara que mereció ser la sede conmemorativa. No se trata de una emulación triunfalista, de fanfarrias y grandes actos, sino de premiar el esfuerzo, los resultados y el modesto cumplimiento del deber.

Villa Clara ha mantenido una gran estabilidad en los últimos 12 años, con avances en los principales sectores socioeconómicos del territorio, que incluyen la industria, la producción agropecuaria y el desarrollo de un importante polo turístico, unidos a sus logros en la esfera social, en la educación, la cultura y la salud.

Estas son razones suficientes para felicitar particularmente al pueblo villaclareño, protagonista indiscutible de esos resultados, y a la Dirección del Partido y del Gobierno de la provincia, que ha alcanzado una labor cohesionada, y ha sido cantera de importantes cuadros para otros territorios y frentes de la Revolución.

Compañeras y compañeros:

Con posterioridad a los severos daños que nos ocasionaron los tres devastadores huracanes que nos azotaron hace cerca de dos años, nuestro pueblo ha debido realizar un intensa labor, en medio de un entorno internacional especialmente adverso como resultado de los efectos de la actual crisis económica global, en cuyo surgimiento no tenemos la más mínima responsabilidad, pero que junto a otros pueblos sufrimos las consecuencias; se suma a ello el anacrónico bloqueo que se empeña en mantener la administración norteamericana desde hace 50 años, y los efectos cada vez más visibles de los cambios climáticos.

En estas complejas circunstancias, como señaló Raúl en la clausura del Congreso de la Unión de Jóvenes Comunistas, «la batalla económica constituye hoy, más que nunca, la tarea principal y el centro del trabajo ideológico de los cuadros, porque de ella depende la sostenibilidad y preservación de nuestro sistema social» (fin de la cita).

No es ocioso insistir en que la producción de alimentos continúa siendo un frente esencial de la batalla económica, de ahí que debemos continuar dándole la máxima prioridad. En el Congreso de la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños, celebrado hace apenas dos meses, se discutió lo relacionado con este estratégico sector, que demanda consolidar el proceso de entrega de tierras en usufructo y avanzar sostenidamente en el programa de la agricultura suburbana.

El ahorro, la reducción de gastos y la máxima racionalidad posible de fuerzas y recursos son una imperiosa necesidad en todos los sectores. En la educación se ha demostrado que pueden ejecutarse profundas transformaciones en el proceso docente-educativo, dirigidas a elevar su calidad, y disminuir al mismo tiempo los costos. Algo similar puede decirse de los servicios de salud, donde tenemos mucho que avanzar para eliminar derroches y gastos superfluos.

Otra tarea en la que no se puede bajar la atención ni un instante es la referida al ahorro de energía. El chequeo sistemático, la exigencia y la disciplina son indispensables para la consecución de los objetivos trazados.

Es oportuno destacar que continuaremos el estudio, el análisis y la toma de decisiones que conduzcan a superar nuestras insuficiencias en todos los órdenes, y perfeccionar nuestra sociedad. Actuaremos sin soluciones populistas, demagógicas o engañosas.

No nos conduciremos por campañas de la prensa extranjera. Proseguiremos con sentido de responsabilidad, paso a paso, al ritmo que determinemos nosotros, sin improvisaciones ni precipitaciones, para no errar y dejar atrás definitivamente errores o medidas que no se avienen a las condiciones actuales.

Nuestro pueblo ha dado sobradas pruebas de la confianza en la dirección de nuestro Partido y Gobierno, y confía en la irrevocable voluntad que nos anima en la solución de los problemas.

No tememos a los difíciles retos que tenemos por delante, contamos para ello con la fuerza invencible de nuestro pueblo, que como dijera Fidel en ocasión de la conmemoración del vigésimo aniversario del 26 de Julio, «…si aquel día éramos un puñado de hombres, hoy somos un pueblo entero conquistando el porvenir».

Los mártires heroicos de aquella gesta no cayeron en vano. Su sacrificio hizo posible el triunfo del primero de enero de 1959. Ellos nos han acompañado en los momentos más duros de la lucha: en Girón y la Crisis de Octubre, en las gloriosas misiones internacionalistas, en los días en que desaparecía el campo socialista, se desintegraba la Unión Soviética y el Imperio y sus lacayos se frotaban las manos proclamando el fin de la Historia y augurando las horas finales de la Revolución.

¡Hoy ratificamos el compromiso ante ellos de ser fieles a los ideales por los que dieron su vida, cambiando lo que deba ser cambiado en este momento histórico, pero sin aceptar jamás presiones externas ni menoscabo alguno a nuestra soberanía, y sin renunciar ni a uno solo de nuestros sueños de justicia para Cuba y para el mundo!

De esa fidelidad y firmeza, nuestro pueblo ha dado prueba durante más de cinco décadas, y ese compromiso patriótico es hoy más alto que nunca, frente a los retos, las amenazas e intentos de chantaje.

¡Que vivan por siempre los héroes y mártires del 26 de Julio!

¡Viva la indestructible hermandad entre Cuba y Venezuela!

¡Vivan Fidel y Raúl!

¡Hasta la victoria siempre!

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