Monday, November 12, 2012

MONUMENTO A CHINOS


Por: Rolando Aniceto rolandoaniceto@yahoo.es

Foto: Alexis Rodríguez
“No hubo un chino cubano desertor, no hubo un chino cubano traidor”, dijo el patriota Gonzalo de Quesada y Aróstegui
En un pequeño parque situado en la céntrica esquina de L y Línea, en el  Vedado capitalino, se destaca una columna de granito de ocho metros de alto con anillos de bronce, dedicada a los chinos que murieron en nuestras guerras de independencia frente al colonialismo español.
El monumento es del escultor Fritz  Weigel, fue costeado por la colonia china en Cuba e inaugurado el diez de octubre de 1931, aniversario número 63 del Grito de Yara.
“No hubo un chino cubano desertor, no hubo un chino cubano traidor”, dijo el patriota Gonzalo de Quesada y Aróstegui, al referirse a los miles de asiáticos que participaron en las contiendas redentoras de 1868 y 1895.
Es imposible conocer la cantidad exacta de chinos miembros del Ejército Libertador, ya que casi todos ellos se vieron obligados a españolizar sus nombres.
Entre los mambises asiáticos de mayor graduación de encuentran los comandantes Sebastián Sian, que peleo a las ordenes del mayor general Thomas Jordan y José Bu, hombre de confianza del General en Jefe Máximo Gómez.
También los capitanes José Cuan y José Tolón, cuyo verdadero nombre era Lai Wa, veterano de las dos guerras.
Heroica fue la muerte en campaña de los tenientes Tancredo y Pío Cabrera, entre otros muchos que a miles de kilómetros de su tierra natal, dieron su sangre generosa en pro de la  libertad de nuestra patria.

   

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