DESCLASIFICAN EXPEDIENTE DE AGENTE DE LOS ORGANOS DE LA SEGURIDAD DEL ESTADO DE CUBA
Por Leonel José Pérez Peña
Las Tunas.- Por las calles de esta ciudad, capital de la provincia del mismo nombre, a unos 690 kilómetros al este de La Habana, Cuba, transita un hombre común, los más jóvenes no lo conocen, y los que pueden ser sus amigos lo soslayan, no quieren su amistad porque aún lo reconocen como el capitán Jorge Pérez González, ex Jefe de Acción y Sabotaje de las Bandas Contrarrevolucionarias que operaban en el territorio en la década del 60.
Hoy Jorge tiene 72 años de edad y sufre porque no recibe el saludo alegre y fraternal de quienes él ama profundamente, pero los entiende y se siente orgulloso de ese actuar, sabe cuánto significa. Ellos todavía no conocen que este sencillo y modesto hombre es uno de esos tantos héroes anónimos de este pueblo, y que tiene una bella historia de la cual hoy conoceremos un fragmento.
Él es Isidro, el agente de la Seguridad del Estado (G-2) que logró infiltrarse entre la cúpula directiva de las bandas contrarrevolucionarias, desde las cuales siguió defendiendo a la Revolución Cubana al tener control de todos los bandidos, de las fuerzas de apoyo y los planes de acción.
A los 16 años de edad inicia sus actividades subversivas junto a un grupo de jóvenes que operaban en el norte de esta provincia; más tarde y como muestra de su madurez combativa, integra la Columna 12 “Simón Bolívar” del Ejército Rebelde, al mando del Comandante Lalo Zardiña, cuya Comandancia se estableció en San Joaquín en los predios de esta ciudad. Al triunfar la Revolución en Enero del 1959, forma parte de la Columna de la Victoria y de la entrada triunfal el 8 de Enero en La Habana con el Comandante en Jefe Fidel Castro al frente. En la Capital Cubana hasta 1962 desarrolla varias misiones, entre ellas la de escolta de Fidel.
A los 22 años de edad, al regresar a Las Tunas después de cumplir esa primera etapa como miembro activo del recién estrenado Ministerio del Interior, es contactado por un viejo conocido para que ingrese a las bandas contrarrevolucionarias y luche contra Fidel.
La jefatura de los Órganos de la Seguridad del Estado creó un plan operativo para infiltrarlo y lograr neutralizar y aniquilar a aquellos bandidos que pretendían destruir “la revolución de los humildes, con los humildes y para los humildes”. Así nació el agente Isidro, quien logró ofrecer la información necesaria para cumplir exitosamente la misión.
Para reforzar la fachada como bandido contrarrevolucionario y mantenerlo activo, Pérez González cumple dos años de cárcel en el presidio de Puerto Boniato para penetrar a un grupo de reclusos que desde ese centro pretendían dirigir acciones contra el poder popular que se había establecido desde el Primero de Enero de 1959.
Este hombre común tiene una historia singular, y aunque aún su nombre no figura en los libros de historia, mucho tiene que ver con el protagonismo heroico de este pueblo, demostrado en la resistencia de más de 50 años de agresiones terroristas, organizadas desde el Sur de la Florida.
El silencio de muchos años fue necesario. Jorge Pérez González camina hoy por las calles de esta ciudad atesorando una gran historia, digna de ser contada.