Sunday, August 01, 2010

La escultura en Las Tunas


Por Yelanys Hernández Fusté

La ciudad de Las Tunas inicia y termina con esculturas. Esta recibe y despide a cada visitante con una muestra de este arte. Parece que la manifestación fue creada para este sitio, que brinda su espacio para los diferentes modos y técnicas de este hacer.

Pero la escultura no se volvió citadina tunera por antonomasia. El mérito le viene a este pueblo por los Encuentros Nacionales de Escultores celebrados acá. Al decir de especialistas en el tema estos eventos cobraron mayor alcance luego de la celebración de la tercera edición en Las Tunas.

Los eventos anteriores realizados en Nuevitas, Camagüey, estuvieron al calor de la industria alfarera Antonio Suárez Domínguez de esa ciudad portuaria. El barro y el hormigón, materiales escogidos por los escultores, fueron moldeados en piezas de pequeño y mediano formatos.

Mas, la escultura cubana adquiere una trascendencia mayor con la celebración del encuentro en nuestra ciudad. La diferencia con los anteriores residió en el estudio de lo que podía y debía ser el arte escultórico en el futuro.

Entre las temáticas tratadas estuvo las limitaciones materiales para la realización de las obras, el rescate de nuestras raíces culturales y la función social de la escultura.

El famoso “acuerdo de la guagua”, que concluye esa reunión complementa la máxima de la realización artística para la ciudad, decidió que cada autor donara alguna de sus obras. La primera pieza recibida fue Trovador Campesino del guantanamero Ángel Íñigo.

El apoyo del gobierno de la provincia hizo que este y los venideros encuentros se desarrollaran con éxito.

La declaración de Las Tunas en 1977 como La capital de la Escultura Cubana, consagró a la ciudad como el sitio cumbre de este arte.

Los resultados del evento no se hicieron esperar. La sugerencia sobre la creación de talleres de esculturas para facilitar la formación de nuevos escultores y para brindar un conocimiento académico de los que ya practicaban el oficio, fue acogida con beneplácito.

El diálogo propició la reflexión entre arquitectos, escultores y urbanistas, entre otros. También se propuso una más oportuna programación de exposiciones de arte tridimensional.

El V, fue una reunión en la que participaron hasta los críticos de arte. Además de extranjeros del Campo Socialista y México.

La necesidad de un fondo de inversiones para apoyar y asegurar la ejecución de conjuntos escultóricos fue uno de los temas más debatidos.

Cada uno de estos encuentros contribuyó a incrementar el patrimonio de la provincia. Hasta la fecha el territorio cuenta con más de 100 esculturas emplazadas al aire libre, en los que se destacan los municipios de Puerto Padre, Las Tunas y Amancio.

Los Encuentros Nacionales de Escultores continúan celebrándose en la ciudad de Las Tunas, actualmente se alternan con la Bienal Nacional de Escultura Rita Longa.

Algo significativo para el desarrollo de la escultura en la provincia fue el Taller XXX Aniversario de 1990, efectuado en la Industria de Acero Inoxidable. Obreros y artistas compartieron ese tiempo de creación, brindando el mejor resultado de esa fusión en el arte de esculpir.

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