HOMBRE Y GUITARRA
Juan Morales Agüero
morales@enet.cu
A pesar de haber transcurrido más de cinco décadas, Félix Ramos mantiene todavía fresco en su memoria aquella insólita iniciación suya en el arte. Resulta que una
tarde llegó a su casa cierto visitante aficionado a la música. Intentaba cogerle el golpe vocal a Quiéreme mucho, de Gonzalo Roig, pero en vano.
Entonces, para asombro de los presentes, el niño de cuatro años comenzó a entonar por su cuenta la antológica pieza. Fue la arrancada de su carrera...
-Mi familia ni siquiera sospechaba de mi precoz afición por el canto –asegura este notable guitarrista tunero, recientemente laureado con el Premio de la Ciudad-. Tiempo después pude ratificarla, primero en la emisora CMKG, donde me presenté por primera vez, y luego en Radio Circuito, en un espacio de grata recordación llamado El programa del niño prodigio, que continuó con mis incursiones corales y en Pro Arte, cuando cursaba la secundaria básica.
El encuentro de Félix con la guitarra ocurre en tiempos de la Campaña de Alfabetización, en la cual tomó parte. Aunque su padre rasgaba de vez en vez el instrumento, él tiene como a su verdadero iniciador técnico a su primo Luis Palacios.
Desde entonces se aficionó a la música de conciertos, especialmente a la derivada del romanticismo. En su repertorio constan algunas de las obras más señaladas de esta corriente, aunque también gusta de la línea popular.
-Recuerdo con mucho cariño todos aquellos años. Eran de un trabajo intenso y heterogéneo. Una vez formamos un quinteto vocal al estilo de Los Zafiros, con quienes, por cierto, compartimos escenario en el antiguo teatro Rivera. Nos presentamos en varios sitios del país. Tampoco se me olvida mi participación en el Grupo martiano -que tanto me inculcó el amor por nuestra historia patria y por sus protagonistas- y en la banda de la escuela.
Había estudiado Economía en la universidad. Pero su suerte estaba echada. Un día optó definitivamente por el arte del dios Orfeo: comenzó a trabajar en el Centro Provincial de la Música. Sus conciertos de guitarra se sucedieron con inusitado éxito. Félix vio de pronto incrementarse su currículo cuando se sometió a evaluación y aprobó con felicitaciones. El tiempo lo agasajó con otras guirnaldas: Personalidad de la cultura tunera y Premio a la Creación.
-Actualmente alterno mis presentaciones artísticas con mis deberes como vicepresidente de la UNEAC en la provincia. También produzco escribo, y conduzco un segmento nocturno en Radio Victoria. Se llama Pequeño concierto y en él intento aproximar a la radio-audiencia al disfrute de este tipo de música. Claro, siempre con las cuerdas de mi instrumento al alcance de la mano. Somos un binomio: hombre y guitarra.
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