Denuncian pésima situación de seguridad social en Latinoamérica

La Habana, 1 dic (PL) La difícil situación de la seguridad social de las personas, en particular las mayores de 65 años, fue denunciada hoy en el seminario internacional Desafíos a los sistemas de salud: atención integral al adulto mayor.
Gabriel Martínez, secretario general de la Conferencia Interamericana de Seguridad Social (CISS), explicó que en los próximos 25 años varios millones de habitantes en la región alcanzarán el status de adulto mayor.
Ante esa situación muy pocos países tienen conformados o previstos programas de protección y asistencia para ellos, destacó.
Aun cuando América Latina tiene una población relativamente joven, en breve se incrementará la demanda de cuidados para ese sector y en sentido general no hay un movimiento institucional que garantice un adecuado nivel de vida para esas personas.
Por eso es imprescindible una solución rápida a esa deficiencia que hoy se debate entre políticas neoliberales de privatizaciones del mercado laborla y la asistencia social, apuntó.
En su intervención dijo que las vías más empleadas para proteger a esos ciudadanos son las informales, o sea dependientes de la familia, por la carencia de instituciones y centros dedicados a esos servicios, los que no han proliferado ni siquiera en Estados Unidos.
De acuerdo con el último informe de la CISS, los países que integran el cono sur son los de mayor índice de cobertura de seguridad social con un 90 por ciento de los trabajadores, mientras Centroamérica y, en particular, Nicaragua, la de menor tasa de protección.
En relación con el monto de las pensiones y retiros que reciben hoy los adultos mayores después de su jubilación o por razones de discapacidad u otras limitantes, Martínez dijo que es muy heterogéneo, pero en sentido general son muy bajos en toda la región.
Al referirse a la situación de ese grupo poblacional indicó que hay naciones como México y Bolivia que el 70 por ciento de los que sobrepasan los 65 años se mantienen activos laboralmente, en la primera por la gran migración de jóvenes y la segunda por la crítica situación económica.
No obstante, aunque en la mayoría de los países latinoamericanos no funcionan los programas de seguridad y asistencia social estos son utilizados e impulsados como mecanismos para disminuir la pobreza.
Muy por el contrario, en Cuba esos planes son priorizados, en 2004 se destinaron para esos fines dos mil 159 millones de pesos, colosal cifra que cubrió las prestaciones a más de un millón 450 mil 226 jubilados y pensionados.
La seguridad social en la isla no solo es asunto de pensiones y prestaciones, experimenta cambios en correspondencia con la profundización del trabajo social y la constante lucha por alcanzar la plena justicia para todos.
A principios de 2005 se incrementó el salario mínimo de todos los trabajadores y después en los sectores de la educación y la salud, lo que sumó al aumento de las jubilaciones, pensiones y asistencia social, lo cual representó una erogación de cuatro mil 260 millones de pesos, un 25,8 por ciento más, en sólo un año.
Hace apenas unos días se elaboró y aprobó un nuevo sistema salarial basado en el principio de distribución socialista: de cada cual según su capacidad, a cada cual según su trabajo.
Su orientación fundamental es convertir al salario en el principal estímulo material que reciba una persona por su aporte a la sociedad.