Jornada de movilizaciones en Francia en defensa del empleo

Una jornada de paros y movilizaciones convocaron para hoy en Francia la Confederación General del Trabajo y Fuerza Obrera con el propósito de defender el empleo y rechazar un proyecto de ley considerado lesivo a sus intereses.

Según dirigentes gremiales, este martes están previstas unas 170 manifestaciones en todo el país, donde participarán trabajadores de los sectores de la educación, salud, cultura, energía, transporte, comercio, la construcción y los servicios, entre otras esferas.

En esta capital la marcha partirá en horas de la tarde desde la estación del metro de Chatelet hasta la Asamblea Nacional.

Similares manifestaciones tendrán lugar en Marsella, Lyon, Lille, Rennes y Bourdeaux, informaron los organizadores.

El objetivo de las protestas es rechazar el llamado Acuerdo Nacional Interprofesional por un Nuevo Modelo Económico y Social al servicio de la Competitividad de las Empresas y la Seguridad del Empleo, firmado por los patronos y tres sindicatos minoritarios el 11 de enero pasado.

André Chassaigne, presidente del grupo del Frente de Izquierda en la Asamblea Nacional, expresó su intención de desentrañar pieza por pieza ese texto para demostrar a los legisladores y a los franceses su nocividad, dijo.

Advirtió Chassaigne que -de llegarse a adoptar ese pacto- las empresas tendrán más facilidades para despedir a los trabajadores e imponer una baja de salario o un aumento de la jornada laboral.

El dirigente parlamentario declaró que el acuerdo con el Movimiento de Empresas de Francia fue firmado por la Federación Francesa Democrática del Trabajo y otros dos gremios que sólo representan el 38 por ciento del total de asalariados.

Según el ministro de Trabajo, Michel Sapin, este proyecto será presentado el miércoles ante el Consejo de Ministros para su aplicación a comienzos de mayo.

Para Thierry Lepaon, futuro secretario general de la Confederación General del Trabajo, esta propuesta va en contra de los compromisos de campaña del presidente Francois Hollande y constituye un peligro grave e inminente para los obreros.