UNA VICTIMA DE LA INDOLENCIA
La reciente muerte en Indonesia del futbolista paraguayo Diego Antonio Mendieta Romero, de 32 años, impactó nuestra sensibilidad como cubano , pues en mi país eso jamás ocurriría con ninguna persona, ya que todos los servicios de salud son completamente gratis.
Su deceso pudo evitarse, si la dirección del equipo Persi Solo al que pertenecía, le hubiera pagado 15 mil dólares que le adeudaba y él carecía de dinero para cubrir los gastos de la atención médica.necesaria, mediante la cual eliminaría la fiebre tifoidea que lo aquejaba.
Además de tristeza, la noticia me causó indignación, por la falta de sensibilidad humana ante el peligro con el que lidiaba...Algunos amigos aportaron pequeñas sumas, incapaces de suplir las necesidades del enfermo hasta llegar al trágico desenlace.
La indolencia no tiene límites y Diego fue una víctima.
¿ Pagarán por ese crimen los directivos del club de futbol Persi Solo, de Indonesia ¿
Bien lo merecen. .
Su deceso pudo evitarse, si la dirección del equipo Persi Solo al que pertenecía, le hubiera pagado 15 mil dólares que le adeudaba y él carecía de dinero para cubrir los gastos de la atención médica.necesaria, mediante la cual eliminaría la fiebre tifoidea que lo aquejaba.
Además de tristeza, la noticia me causó indignación, por la falta de sensibilidad humana ante el peligro con el que lidiaba...Algunos amigos aportaron pequeñas sumas, incapaces de suplir las necesidades del enfermo hasta llegar al trágico desenlace.
La indolencia no tiene límites y Diego fue una víctima.
¿ Pagarán por ese crimen los directivos del club de futbol Persi Solo, de Indonesia ¿
Bien lo merecen. .
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