Sunday, November 04, 2012

La crisis de octubre de 1962: Cartas entre Fidel y Jruschov


La Habana, 26 de Octubre. 1962
Querido compañero Jruschov:Del análisis de la situación y de los informes que obran en nuestro poder considero que la agresión es casi inminente dentro de las próximas 24 ó 72 horas.
Hay dos variantes posibles: la primera y más probable es el ataque aéreo contra determinados objetivos con el fin limitado de destruirlos; la segunda, menos probable, aunque posible, es la invasión. Entiendo que la realización de esta variante exigiría gran cantidad de fuerzas y es además la forma más repulsiva de agresión, lo que puede inhibirlos.
Puede estar seguro que resistiremos firme y decididamente el ataque sea cual fuere.
El estado moral del pueblo cubano es sumamente alto y se enfrentará al agresor heroicamente.
Deseo en estos instantes expresarle en palabras muy breves una opinión personal.
Si tiene lugar la segunda variante y los imperialistas Invaden a Cuba con el fin de ocuparla, el peligro que tal política agresiva entraña para la humanidad es tan grande que después de ese hecho la Unión Soviética no debe permitir jamás las circunstancias en las cuales los imperialistas pudieran descargar contra ella el primer golpe nuclear.
Le digo esto, porque creo que la agresividad de los imperialistas se hace sumamente peligrosa y si ellos llegan a realizar un hecho tan brutal y violador de la Ley y la moral universal, como invadir a Cuba, ése sería el momento de eliminar para siempre semejante peligro, en acto de la más legítima defensa, por dura y terrible que fuese la solución, porque no habría otra.
Influye en esta opinión ver cómo se desarrolla esta política agresiva, cómo los imperialistas a despecho de la opinión mundial, por encima de los principios y del derecho, bloquean los mares, violan nuestro espacio aéreo y preparan la invasión, mientras por otra parte hace fracasar toda posibilidad de negociación, a pesar de que saben la gravedad del problema.
Ud. ha sido y es un incansable defensor de la paz, comprendo cuán amargas han de ser estas horas, cuando los resultados de sus esfuerzos sobrehumanos son amenazados tan seriamente. Hasta el último momento, no obstante, mantendremos la esperanza de que la paz se salve y estamos dispuestos a contribuir con lo que esté a nuestro alcance. Pero al mismo tiempo, nos disponemos con serenidad a enfrentar una situación que vemos muy real y muy próxima.
Le expreso una vez más la gratitud infinita y el reconocimiento de nuestro pueblo al pueblo soviético que tan generoso y fraternal ha sido con nosotros, y nuestra profunda gratitud y admiración a Ud., así como el deseo de éxito en la enorme tarea y graves responsabilidades que tiene en sus manos.
Fraternalmente,
Fidel Castro


Querido compañero Fidel Castro:
Nuestro mensaje al presidente Kennedy del 27 de octubre permite arreglar la cuestión en su favor, defender a Cuba de la invasión, del desencadenamiento de la guerra. La respuesta de Kennedy que, por lo visto, conoce también, ofrece seguridades de que los EE.UU. no invadirán a Cuba no solamente con sus fuerzas, sino que no permitirán a sus aliados realizar la invasión. Con esto el presidente de los EE.UU. responde positivamente a mis mensajes del 26 y 27 de octubre de 1962.
Ahora acabamos de preparar nuestra respuesta al mensaje del presidente. No le voy a exponerlo porque conocerá el texto que está transmitiéndose por la radio.
Con este motivo quisiéramos recomendarle ahora, en este momento de cambio en la crisis, que no se dejen llevar por los sentimientos, revelen la firmeza. Hay que decir que comprendemos su sentimiento de indignación ante las acciones agresivas de los EE.UU. y violaciones de las normas elementales del derecho internacional.
Pero ahora está en vigor no tanto el derecho, cuanto la insensatez de los militaristas del Pentágono. Ahora, cuando se divise el acuerdo, el Pentágono busca el pretexto para frustrar este acuerdo. He aquí porqué organiza los vuelos provocativos de los aviones. Ayer Vds. derribaron uno de ellos, mientras que antes no los derribaban, cuando sobrevolaban su territorio. Tal paso será aprovechado por los agresores en sus fines.
Por lo tanto quisiéramos aconsejarle amistosamente: muestren paciencia, firmeza y una vez más firmeza. Desde luego, si hay invasión, será necesario rechazarla por todos los medios. Pero no hay que dejarse llevar por las provocaciones, porque los militaristas desenfrenados del Pentágono ahora, por lo visto, cuando se divisa la eliminación del conflicto, que es en su favor, creando la garantía contra la invasión a Cuba, quieren hacer frustrar el acuerdo y provocarles hacia las acciones que podrían usarse contra Vds. Les pediríamos no dar el pretexto para esto.
Nosotros de nuestra parte haremos todo para estabilizar la situación de Cuba, defender a Cuba de la invasión y asegurarles las posibilidades de la construcción pacífica de la sociedad socialista.
Le enviamos el saludo extendiéndolo a toda su colectividad de dirección.
N. Jruschov
28 de octubre de 1962

La Habana
28 de Octubre de 1962
Sr. Nikita Jruschov
Primer Ministro de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas U.R.S.S.
Querido compañero Jruschov:
Acabo de recibir su carta.
La posición de nuestro Gobierno en relación a lo que usted nos comunica está contenida en la declaración formulada en el día de hoy cuyo texto seguramente usted conoce.
Deseo aclararle algo referente a las medidas anti-aéreas que nosotros adoptamos. Usted dice: "Ayer ustedes derribaron uno de ellos mientras que antes no los derribaban cuando sobrevolaban su territorio".
Antes se cometían violaciones aisladas sin un propósito militar determinado o sin un peligro real derivado de esos vuelos.
Ahora no era ése el caso. Existía el peligro de un ataque sorpresivo sobre determinadas instalaciones militares. Decidimos que no debíamos cruzarnos de brazos porque un ataque por sorpresa, apagados los radares de detección, y los aviones potencialmente agresores volando impunemente sobre los objetivos, podía destruirlos totalmente. No creíamos que debíamos permitir eso después de los esfuerzos y gastos realizados, y además porque nos debilitaría mucho militar y moralmente. Con ese motivo las fuerzas cubanas el día 24 de Octubre movilizaron 50 baterías anti-aéreas, que era toda nuestra reserva, para apoyar esas posiciones de las fuerzas soviéticas. SI queríamos evitar los riesgos del ataque por sorpresa era necesario que los artilleros tuviesen órdenes de disparar. El mando de las fuerzas soviéticas le podrá brindar informes adicionales de lo que ocurrió con el avión derribado.
Antes, las violaciones del espacio aéreo se hacían de facto y de modo furtivo. En el día de ayer el Gobierno Americano trató de oficializar el privilegio de violar nuestro espacio aéreo a cualquier hora del día y de la noche. Eso no lo podemos aceptar nosotros, porque equivale a renunciar una prerrogativa soberana. Sin embargo, nosotros estamos de acuerdo, en evitar un incidente en estos precisos instantes que pudiera ocasionar un gran daño a las negociaciones y daremos instrucciones a las baterías cubanas de no disparar, pero sólo mientras duren las negociaciones y sin revocar la declaración publicada ayer sobre la decisión de defender nuestro espacio aéreo. Debe contarse, además, con el peligro de que en las condiciones actuales de tensión accidentalmente pueden ocurrir incidentes.
También deseo informarle que nosotros somos en principio contrarios a la inspección de nuestro territorio.
Aprecio extraordinariamente el esfuerzo que usted ha hecho por mantener la Paz; y estamos absolutamente de acuerdo con la necesidad de luchar por ese objetivo. Si ello se logra de manera justa, sólida y definitiva, será un inestimable servicio a la humanidad.
Fraternalmente,
Fidel Castro
Cartas entre Fidel y Jruschov (30 de octubre de 1962)
Cartas entre Fidel y Jruschov (31 de octubre de 1962)

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